Historia
La escuela catedralicia, primero, y los colegios teológicos de algunas órdenes religiosas, después, atendieron, durante varios siglos, la formación intelectual de los clérigos civitatenses. La fundación del Seminario de Ciudad Rodrigo, de acuerdo con los decretos del Concilio de Trento, se efectuó durante el pontificado del Obispo D. Cayetano Antonio Cuadrillero y Mota (1.763-1.777). Secundado por el Cabildo, el Obispo dispuso la construcción del edificio y de la iglesia, encomendada a Sagarvinaga, y firmó el decreto de erección del Colegio Seminario Diocesano el 25 de noviembre de 1.769, bajo la advocación de San Cayetano de Tiene. Al día siguiente tomaban posesión de sus cargos el primer Rector, D. Miguel de Elvira, y el Vicerrector, D. José del Pozo.
El Seminario se abrió con doce seminaristas. Un año después eran 99 alumnos ya. En agosto de 1.774 fue consagrada la iglesia y el altar del Seminario. Las constituciones, que regulaban la vida del nuevo Seminario, tuvieron aprobación definitiva del Real y Supremo Consejo de Castilla del Rey Carlos III el 4 de diciembre de 1.777.
En la guerra de la Independencia sufrió grandes destrozos el edificio en los pisos primero y segundo de la parte norte, que hubieron de rehacerse no ya de piedra, sino de mampostería. Recibió nueva vida el Seminario al doblar el s. XIX. Se le agregó un nuevo pabellón, situado en la parte occidental. Dentro del mismo Seminario y en régimen de internado, fue fundado el Colegio de San Cayetano por el Obispo D. Narciso Martínez Izquierdo entre 1.876 y 1.878. Venía a ser un Colegio de Segunda Enseñanza para jóvenes que no seguían la carrera eclesiástica. Duró hasta 1.936. Íntimamente relacionado con el Seminario se creó en 1.878 el Patronato de San José, con el fin de recabar recursos económicos para seminaristas pobres.
Entre 1.947 y 1.948 se proyectó la construcción de un nuevo pabellón, dedicado a Seminario Menor, cuya primera piedra bendijo el 8 de diciembre de 1.953 el Obispo D. Jesús Enciso. El proyecto inicial fue ampliado ante las nuevas necesidades. Se inició entonces el período de máximo esplendor del Seminario en cuanto al número de seminaristas, que se mantuvo hasta la crisis vocacional de la década de los setenta. Posteriormente se han realizado otras obras de adaptación y mejora de las instalaciones, promovidas por los Obispos Civitatenses, que no han escatimado esfuerzos para dotar al Seminario de los medios necesarios, para que sus alumnos reciban una formación apta en todos los órdenes.
Aneja al Seminario funcionó también una escuela pre-seminario, regida por un Patronato, con tres aulas, transformada posteriormente en Colegio de E.G.B. Con este motivo el Obispo D. Demetrio Mansilla mandó construir en 1.974 un nuevo pabellón de dos plantas, con ocho unidades, más una de preescolar, con sus dependencias correspondientes. Este Colegio, denominado “de San José” tuvo que cerrar sus puertas en 1.994.